viernes, 8 de enero de 2010

De como cada día vuelve a amanecer y hay alguien para poder verlo.

El sol sale por el este e inicia su lento ascenso. A las 5 de la mañana el sol aún no inicia su ascenso ni nada, se limita a no estar presente. Es en este momento, las 5 de la madrugada, cuando en un oscuro parking de un pueblo pirenaico se inicia una excursión.

Un poco después de las 6 los excursionistas llegan al balneario de Boí, una cadena atravesada en el camino les obliga a dejar el coche, todo un revés para tan aguerridos deportistas. Remolonean un rato, en el coche se está tan a gusto: calefacción, cómodos asientos y Serge Gainsbourg en el radio-cassette.

¿Para que están aquí? ¿Por qué madrugan más que el sol? Siempre las mismas preguntas. Una vez más les obligan a abandonar el coche.

Con animada charla caminan hacia la presa, amanece pero el sol no está presente.

Al fin están bajo el objetivo, lo recorren con la mirada y lo estudian. Islandis le dicen como III/5 lo definen los libros. Para acometerlo necesitarán de todo su balor y bista (dos de las tres B´s del alpinismo). Se sortean los largos. No se sabe quien es el afortunado.

El primer resalte no presenta problemas, no es necesario ni desenrollar las cuerdas.

El segundo resalte ya tiene otro aspecto, amenazante. Una combinación de hielo escaso, nieve, roca, matojos y agua, un auténtico mixto. La suerte está echada, ahí va el primero. Pertrechado con toda una colección de material aunque realmente no se sabe muy bien que se puede hacer con él. Maldiciones, sufrimiento, matojo tracción, frío, agua, miedo y por fin una campa de nieve, un pino, la seguridad de una sólida reunión.

Por fin la columna final de Islandis se muestra en todo su esplendor aunque estoy convencido de que tuvo días mejores y desde luego más generosos. Aún así la suerte es la suerte y en dos horas de resoplidos y mojaduras, de pasos acrobáticos y repisas lluviosas, de dudas y arrojo el largo (en realidad dos empalmados) está escalado, la cascada está escalada, el objetivo está cumplido.

Durante el descenso por fin al sol la fantasía de unos buevos fritos ( la tercera de las tres B´s del alpinismo) comienza a tomar forma en las mentes de los felices excursionistas.


Fotos y eso en www.korkuerika.blogspot.com/ al que le deseo toda la suerte en la excursión que emprende estos días.

2 comentarios:

  1. Jijijiji me encanta la tercera B del alpinismo ;-))))) Mañana te paso algunas fotos...
    Hasta la vista alpinista

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  2. Eeeyyy chicooosss!! Soy Eva, ex-profe de Castejón. Bueno, bueno ya veo que no parais, afortunados... pues nada, a seguir así, y sobre todo con esa vena cómica jajaja! que risas me he echado con el vídeo de Telera.
    Besicooosss!!

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PIADAS