sábado, 31 de julio de 2010

RINCONES CON MAGIA....PERRAMÓ



PERRAMÓ lugar que sin tener la fama y reconocimiento que se le otorga a las cimas más altas, a los ibones de mayores dimensiones, a los grandes valles glaciares regentados por las crestas más afiladas, posee una magia singular que te envuelve sin previo aviso, vas caminando por pronunciadas pendientes entre pedreras y pinos sin echar en cuenta donde te estas adentrando, con el único sentido de llegar al pie de la pared para empezar a escala Pr; cuando de repente haces una última parada para ponerte el arnés, casco y demás parafernalia de romano y tomas conciencia del lugar donde te encuentras, y piensas que va dar igual la calidad de la vía que elijas, es simplemente un privilegio el poder escalar en un entorno como este.










Hacia el Este se contempla el macizo de las maladetas, alternándose los verdes prados que emergen desde el fondo del valle, los grises y marrones del granito y el blanco de los neveros que se siguen resistiendo a desaparecer; al Norte la continuidad de los colores se mantiene siendo ahora el Perdiguero el pico que destaca respecto al resto de cimas; por el contrario si miramos hacia el Sur no perdemos la vista en el horizonte y topamos con el frente rocoso a modo de contrafuerte de la cara Norte de las Tucas de Ixeia, finalmente frente a nosotros, mirando al Sur-Oeste , se alza la estructura Piramidal de la Cara Norte de la Agujas de Perramó rasgada por numerosos diedros, fisuras y espolones. Y no podemos olvidar los fieles compañeros de batallas y andaduras de las Agujas; siempre rindiendo pleitesía a los pies de sus señorías, los ibones de Batisielles y Escarpinosa.


Ya con el gustazo de estar en este marco idílico David y yo nos disponíamos a iniciar la escalada. La elección de las ruta iba a ser una combinación de dos vías con dos estilos de apertura totalmente distintos, la Mosquitos de Luichy y la Patagonia Express de Corominas. La primera de ellas una escalada placer bastante equipada, aunque meteremos algún cacharro, que va buscando diedros y fisuras a través de placas con pasos técnicos. Ya habiendo calentado en estos 6 largos toca concentrarse a pleno y apretar los dientes, la Patagonia Express es otro cantar. Totalmente desequipada, aquí encontraremos uno de los mejores largos que se puede escalar en Perramó, una tirada que nos hace teletransportarnos a los lejanos valles Yosemiticos; diedro fisurado sin posibilidad de empotre donde la técnica en oposición es la única forma posible para poder progresar hasta llegar a una travesía bajo un techo en la que se va pisando un granito de dudosa adherencia y la posibilidad de un resbalón de pies es constante, espectacular largo, lástima que sólo sea un largo.

Tras algo más de 4 horas llegábamos a la cima y en una hora de más a la base de la pared, recogíamos los bártulos y vuelta al coche completando una actividad del todo recomendable para los amantes de la escalada en lugares mágicos.