LA MORALEJA DE LAS VACACIONES
Son muchas las formas en las que se demuestran y se construyen las amistades. Puede ser defendiendo a tu amigo de un portero de discoteca y llevarte tu la paliza por él, escuchando sus mismas penas una y otra vez ó riéndole sus penosas gracias, ayudando en la reforma de la casa , ofreciendo un techo donde dormir la mona tras una borrachera, prestando dinero para ese negocio que ya se sabe de antemano va a fracasar, acordándote del cumpleaños, guardando ese secreto inconfesable, bajando a tomar una cerveza cuando ya te habías puesto el pijama, haciendo un regalo por que si, …..Y luego hay que aprender que todos somos muy diferentes y los sistemas de razonamiento ante unas mismas situaciones pueden ser totalmente diferentes, pudiendo dar lugar a un enfrentamiento entre las partes, por ello debemos de basarnos en el respeto y hacer uso de la tolerancia intentando no juzgar ni criticar esas diferencias. Así, basándonos en estos principios tan básicos se construyen las amistades para toda la vida.
LA PLANIFICACIÓN
Como todos los años Raúl y Juanpe se reservaban desde el inicio del año una semana de vacaciones para poder coincidir y hacer alguna escalada juntos en el mes de junio. La escasez de presupuesto para viajar al extranjero sumado a los numerosos rincones de la Península pendientes de conocer hacían que el destino elegido para esta ocasión iban a ser los laberínticos Picos de Europa.
Cada uno por su lado hacía la planificación de vías que les gustaría escalar. Ambos coincidían en la mítica escalada al Naranjo de Bulnes por su cara Oeste por la Rabadá-Navarro. El resto de planificación y expectativas resultaba totalmente opuesta. Raúl por su parte, mas rodado en escalada de grandes paredes y guiándose del criterio de los buenos escaladores que pueblan el Valle de Benasque apuntaba en su cuadernillo vías con grado alto de compromiso y una dificultad media-alta en relación con su nivel de escalada. Por su lado Juanpe, basándose en las pocas escaladas de pared que había podido realizar en el último año en Madrid y su carácter conservador, pensaba en hacer vías con un buen equipamiento y un grado muy por debajo de sus habilidades físicas para realizar estas vías.
EL ENCUENTRO-DIA 1
Tras un largo viaje de coche, uno desde Benás y otro desde Madrid, el punto de encuentro donde se recibían con un fuerte abrazo sería el parking de Pandebano. Al ser el mes de Junio y Martes la tranquilidad se percibía nada más bajarse del coche. Los prados y vegas en todo su explendor los gobernaban numerosos rebaños de vacas que rompían el silencio reinante con el hipnótico sonsoneo de sus cencerros y sobre el verdor de las vegas puede verse un sinfín de picos en los que se mezclan los grises y marrones de la roca con el manto blanco que aún permance después de un invierno y primavera de copiosas nevadas. El marco en el que los dos amigos se disponían a iniciar la marcha hacia el Refugio de Urriello era realmente increíble. A medida que ascendían por el sendero, el Sol que brillaba radiante a primera hora iba a desaparecer por completo y con él todos los picos, canales, valles…la niebla en pocos minutos envolvía todo el paisaje apreciándose únicamente unos escasos metros del camino de subida al Refugio. En algo más de dos horas de marcheta los dos amigos llegaban a los pies del Naranjo. Tras cambiarse de ropa y una charla con el guarda del refugio, que se encontraba extramente en completa soledad, la niebla descendía al fondo del valle, emergiendo la silueta inconfundible de la cara Oeste del Picu. Esta pared es hipnótica, y ya seas escalador, senderista o una rata de ciudad cuando comienzas a mirarlo es realmente difícil dejar de admirarlo; aunque estés hablando en un corrillo de cualquier historieta la cabeza inconscientemente se gira una y otra vez hacía el, no se puede evitar tiene una atracción inexplicable como la Luna, el mar o el fuego.
Una y otra vez miran el croquis de la vía y se imaginan ahí metidos ya en faena. Simplemente faltaba una noche para por fin enfrentarse a esta gran clásica
LA VIA- DIA 2
A las 7 de la mañana sonaba el despertador, tras un poderoso desayuno y vestirse de romanos se aproximaban hacia la base de la pared. Las condiciones no podían ser mejores, tiempo estable con un mar de nubes bajo sus pies y ninguna cordada en toda la pared. Juanpe se encontraba especialmente motivado, el prefería hacer la primera esta escalada para evitar que si hacían alguna otra vía antes y le entraba algún bloqueo mental o agobio le condicionara para hacer este objetivo que siempre había tenido en mente desde que empezó a escalar, hacerla era cumplir un sueño. Raúl por su parte, tampoco exento de motivación, avanzaba con plena convicción hacia el primer largo que le tocaría empezar a él. Mientras se dirigía hacia la pared recordaba la primera vez que se topó con esta pared 8 años, también con Juanpe, sin ni siquiera plantearse la posibilidad de poder escalar esa pared; eso queda reservado para grandes escaladores; pensaba. Y ahora eran ellos quienes caminaban para escalarla, por ello también era hacer realidad lo que un día fue un auténtico sueño.
Deseosos de empezar, Raúl daba sus primeros pasos hacia la cima, poco a poco los músculos iban entrando en calor y los sentidos activándose a medida que avanzaba metro a metro. Empalmando dos largos, llegaba a la reunión y analizaba la siguiente tirada, la más comprometida de la vía, un diedro figurado de 40 metros con un algún pequeño techo que sobrepasar. A los pocos minutos Juanpe con una mochila demasiado pesada para Raúl y escasa para Juanpe, así que en definitiva iba en un punto de equilibrio para ambos. Juanpe rápidamente pasaba el material a Raúl, pues habían acordado que este abriera estos 3 largos y luego ya se alternarían en los posteriores. Hechos los cambios, Juanpe se disponía a coger las cuerdas con su asegurador cuando de repente su reverso se escapa de sus manos y practica el salto base desde la segunda reunión con un fatal desenlace.
- RAUL: No pasa nada tronco, seguimos con el nudo dinámico
-JUANPE: Necesito un cigarro.
Tras esta breve conversación el destino de los dos escaladores, se encontraba a 50 metros bajos sus pies y no 500 sobre sus cabezas. Por más que Raúl intentaba persuadir a Juanpe de seguir sin el asegurador, sustituyéndose todas las maniobras con un dinámico, Juanpe no entraba en razón y la única salida viable que encontraba era bajarse de la vía.
La frustración, enfado, rabia, impotencia… que sentían los dos en estos momentos era mas que palpable con solo ver sus semblantes.
Durante el descenso al coche, la tensión se nota en el ambiente, era mucha la ilusión puesta en esta vía como para bajarse por un pequeño imprevisto, pensaba Raúl. Para Juanpe, la frustración era similar pero para él ese pequeño imprevisto había sido un gran imprevisto por lo que para su cabeza el abandono estaba justificado, sin embargo le invadía un fuerte sentimiento de culpa por que sabía que a Raúl le había jodido enormemente esa decisión de no confiar en el mencionado nudo y decidir bajarse.
Al llegar al coche poco a poco el disgusto y el malestar se va pasando y la ilusión vuelve según va planeando los 6 días que aún quedan por delante, teniendo en mente hacer un segundo intento a la misma vía.
Lógicamente lo primero que hacían nada más montarse en la furgoneta era ir a comprar un reverso a 40 Km. de donde se encontraban. Ya con un reverso en las manos el plan era ir a conocer el desfiladero de la Hermida, y más concretamente Cueto Agero, en la parte más occidental de Picos. A media tarde, después de trastear un poco por los pueblos cercanos a la zona de escalada encontraban un rincón donde echar la noche en un pequeño parking de una ermita en el que podían asearse en unos baños públicos al pie del mismo. Una vez instalados, comenzaba el debate sobre que vía harían al día siguiente. Juanpe quería hacer algo sencillo por uno de los espolones que se divisaban enfrente suya, demasiado simple para Raúl que echaba su mirada a otro de los espolones que le habían recomendado con una mayor dificultad y menor equipamiento. Sin nada concretado se iban a dormir y al día siguiente decidir.
CUETO AGERO-DIA 3
La mañana despertaba con un Sol radiante, la falta de acuerdo unido al fuerte la pereza que provocaba el sofocante calor hacía que finalmente te decidieran por ir a un sector deportivo en las faldas de las vías largas. En una hora de aproximación llegaban al supuesto sector. La escasez de chapas les hacía dudar si ese era el sector que se describía en la guía, pero no había duda las líneas eran esas. Más que un sector de escalada deportiva parecía un sector de iniciación a la escalada en solo pues en todas las vías la primera chapa se encontraba a más de 10 metros del suelo y en los 30-35 metros de largos a penas se chapaban 5 ó 6 chapas, eso si la calidad de la roca grisácea, excelente. Juanpe, argumentando que no quería sufrir agobios mentales que a posteriori le bloquearan en otras vías se negaba a escalar de primero, limitándose a hacer todo de segundo a pesar de hacerlas con suma facilidad. Raúl le achuchaba para que forzará un poco y se viera en situación en este tipo de escaladas en las que la concentración y el factor psicológico son mucho más necesarios que las meras cualidades físicas, pero no Juanpe fiel a sus ideas no cedería.
De regreso en el parking, nuevamente había que replantear el plan para el siguiente día, en Cueto Agero ya estaba todo echo.
Plano de carreteras en una mano, cartografía de Picos en la otra y la guía de escalada entre medias, estudiaban las diferentes posibilidades.
La próxima parada se situaba a unos 50 Km. en el teleférico de Fuente Dé, donde por la mañana cocerían el funicular y en un par de horas de aproximación escalar en los Horcados Rojos, en la vía a escalar sin embargo no había unanimidad, pero Raúl ya tenía asumido que sería él quién cedería. Al no poder contactar con la cabaña más cercana a la pared para pernoctar y conocer la disponibilidad de plazas, sólo cuenta con 4-5 plazas, y al encontrarse los vivacs tapados por la nieve, el plan sería volver al coche a dormir. En una hora por las clásicas carreteras de montañas que acompañan los cauces de los ríos y se adentran en el corazón de los bosques se situaban en Fuente Dé. Al bajar a mirar los horarios del funicular, la caras de circunstancia florecían de nuevo en los dos amigos, la primera subida era a las 9 y la última a las 6, de forma que no daría tiempo estar de vuelta de la actividad para esa hora. De nuevo mapa de carreteras en una mano, cartografía de Picos en la otra y la guía de escalada entre medias. Las discrepancias en cuanto a que hacer volvían a surgir. La opción para Raúl estaba clara, ir hacía Vega Liordes y escalar en alguna de sus paredes, con preferencia de ir a la Torre Salinas, Juanpe estudiaba las vías de estos Picos y no le convencía ninguna; equipamiento vetusto, trazados perdedores, tramos expuestos..; son palabras que automáticamente hacían rechazar la posibilidad de escalar cualquiera de estas rutas. Finalmente, Juanpe al no haber más opciones accedía ir a la vía mas fácil de este macizo situada en la Torre Regaliz. Otra hora de coche por sinuosas carreteras y 45 minutos más de pista necesitaban para llegar a Puen de Remoña. Espectadores del atardecer entre el mar de Picos que tenían enfrente a modo de escenario cenaban y se echaban a dormir con la mente puesta en el próximo objetivo.
LA DESESPERACION - DIA 4
7:30 de la mañana, un par de secos golpes en el puerta de la furgonetas resonaban a modo de despertador, uno de los guardas forestales del Parque con un tono recriminatorio a la vez que algo condescendiente les invitaba amabablemente a abandonar esta pista perteneciente al Parque Nacional Picos de Europa por la cual queda prohibida la circulación de vehículos sin autorización como bien indicado estaba a la entrada de la propia pista en una señal de 2 x 2 y la cual habían ignorado como si el tema no fuera con ellos. Una vez fuera de la pista, como si se tratara del día de la marmota, la historia se repetía: mapa de carreteras en una mano, cartografía de Picos en la otra y la guía de escalada entre medias. Dado que aún había bastantes horas de luz por delante, Raúl vía aún viable intentar hacer alguna vía larga en Torre Palanca para la cual la aproximación era algo menos de dos horas, sin embargo Juanpe volvía a ver las palabras prohibidas en la descripción de las vías, protección por medios naturales, la roca no es buena en todo el recorrido, …, de modo que esta opción quedaba descartada, prefiriendo buscar algo más relajado en alguna escuela de deportiva. Carretera y manta seguían ahora hacia la zona mas occidental de Picos en busca de una pequeña local. Pasada una hora de coche bajo un sol soporífero sin que a penas se mediarían palabras dado el desazón producido por el desarrollo de las vacaciones llegaban a esta anecdótica pared con unas 20 vías de roca cutre equipada con spot y parábola corroídos por el oxido. Aquí no habrías discrepancias y ninguno querría escalar. Y otra vez vuelta al mapa, la cartografía y la guía; las 12 del mediodía sonaban en las campanas de la iglesia. Solo quedaba volver a la zona de Arenas de Cabrales e intentar escalar algo en una paredes recién reequipadas las cuales nos habían recomendado. Así en otras casi dos horas mas de coche cumplían el sueño de todo dominguero, hacer la vuelta integral a los Picos de Europa en coche en menos de 24 horas. Al menos la tarde depararía un bonito final del día escalando entre chorreras y formaciones curiosas en los que sudar la rabia contenida durante la mañana. Para el día siguiente Fresnediello, tapia de 300 metros de canalizos de roca excelente y protección con parabolts , estaba muy cerca, así pronto decidían ir a dormir al parking cercano.
DIA 5 POR FIN UNA VIA LARGA
En esta ocasión no ocurría ningún imprevisto que les impidiera completar la vía Andalucía. Pudiendo así disfrutar de las curiosos acequias naturales que ha ido surcando el agua en las verticales paredes a lo largo de cientos de años, dando lugar a la típica escalada de Picos a través de canalizos por una caliza de gran calidad, difícilmente comparable a la de cualquier lugar del mundo. Si a esto se le sumaba la soledad en la que se encontraban y la niebla que los envolvía a ratos según ascendían, el resultado era de plena satisfacción. Al medio día daban por concluida la actividad al llegar al parking a la vez que comenzaba la lluvia, la cual según el pronóstico del tiempo se mantendría durante los 5 días siguiente. Buscando el buen tiempo se desplazaban a cotas más bajas cercanas a la playa donde acabar las vacaciones.
DIA 6 DEPORTIVA PARA ACABAR
En un pequeño y agradable rincón en la zona de Arriondas con vistas de Peña Santa donde terminaban los innumerables prados verdes daban sus últimos pasos de escalada, quedando un buen sabor de boca del final de las vacaciones.
DIA 7- FINAL, PLAYA Y VUELTA A CASA
Después de unos 800 Km. de coche dando vueltas alrededor de los Picos de Europa con muchas visitas al mapa de carreteras y la guía de escalada en la que nunca había una vía que fuera del gusto de los dos escaladores, el resultado había sido 1 vía escalada de varios largos en estos 6 días. Las expectativas de ambos se habían quedado al ras del suelo. El último día juntos lo dedicarían a relajarse de todo lo sucedido con unos bañitos en la playa y echarse unas risas, no quedaba otra que intentar tomarse con buen humor las vacaciones. Tras un abrazo se despedían y volvían a emplazar para el Otoño, esperando poder volver a compartir unas días juntos.
LA PLANIFICACIÓN
Como todos los años Raúl y Juanpe se reservaban desde el inicio del año una semana de vacaciones para poder coincidir y hacer alguna escalada juntos en el mes de junio. La escasez de presupuesto para viajar al extranjero sumado a los numerosos rincones de la Península pendientes de conocer hacían que el destino elegido para esta ocasión iban a ser los laberínticos Picos de Europa.
Cada uno por su lado hacía la planificación de vías que les gustaría escalar. Ambos coincidían en la mítica escalada al Naranjo de Bulnes por su cara Oeste por la Rabadá-Navarro. El resto de planificación y expectativas resultaba totalmente opuesta. Raúl por su parte, mas rodado en escalada de grandes paredes y guiándose del criterio de los buenos escaladores que pueblan el Valle de Benasque apuntaba en su cuadernillo vías con grado alto de compromiso y una dificultad media-alta en relación con su nivel de escalada. Por su lado Juanpe, basándose en las pocas escaladas de pared que había podido realizar en el último año en Madrid y su carácter conservador, pensaba en hacer vías con un buen equipamiento y un grado muy por debajo de sus habilidades físicas para realizar estas vías.
EL ENCUENTRO-DIA 1
Tras un largo viaje de coche, uno desde Benás y otro desde Madrid, el punto de encuentro donde se recibían con un fuerte abrazo sería el parking de Pandebano. Al ser el mes de Junio y Martes la tranquilidad se percibía nada más bajarse del coche. Los prados y vegas en todo su explendor los gobernaban numerosos rebaños de vacas que rompían el silencio reinante con el hipnótico sonsoneo de sus cencerros y sobre el verdor de las vegas puede verse un sinfín de picos en los que se mezclan los grises y marrones de la roca con el manto blanco que aún permance después de un invierno y primavera de copiosas nevadas. El marco en el que los dos amigos se disponían a iniciar la marcha hacia el Refugio de Urriello era realmente increíble. A medida que ascendían por el sendero, el Sol que brillaba radiante a primera hora iba a desaparecer por completo y con él todos los picos, canales, valles…la niebla en pocos minutos envolvía todo el paisaje apreciándose únicamente unos escasos metros del camino de subida al Refugio. En algo más de dos horas de marcheta los dos amigos llegaban a los pies del Naranjo. Tras cambiarse de ropa y una charla con el guarda del refugio, que se encontraba extramente en completa soledad, la niebla descendía al fondo del valle, emergiendo la silueta inconfundible de la cara Oeste del Picu. Esta pared es hipnótica, y ya seas escalador, senderista o una rata de ciudad cuando comienzas a mirarlo es realmente difícil dejar de admirarlo; aunque estés hablando en un corrillo de cualquier historieta la cabeza inconscientemente se gira una y otra vez hacía el, no se puede evitar tiene una atracción inexplicable como la Luna, el mar o el fuego.
Una y otra vez miran el croquis de la vía y se imaginan ahí metidos ya en faena. Simplemente faltaba una noche para por fin enfrentarse a esta gran clásica
LA VIA- DIA 2
A las 7 de la mañana sonaba el despertador, tras un poderoso desayuno y vestirse de romanos se aproximaban hacia la base de la pared. Las condiciones no podían ser mejores, tiempo estable con un mar de nubes bajo sus pies y ninguna cordada en toda la pared. Juanpe se encontraba especialmente motivado, el prefería hacer la primera esta escalada para evitar que si hacían alguna otra vía antes y le entraba algún bloqueo mental o agobio le condicionara para hacer este objetivo que siempre había tenido en mente desde que empezó a escalar, hacerla era cumplir un sueño. Raúl por su parte, tampoco exento de motivación, avanzaba con plena convicción hacia el primer largo que le tocaría empezar a él. Mientras se dirigía hacia la pared recordaba la primera vez que se topó con esta pared 8 años, también con Juanpe, sin ni siquiera plantearse la posibilidad de poder escalar esa pared; eso queda reservado para grandes escaladores; pensaba. Y ahora eran ellos quienes caminaban para escalarla, por ello también era hacer realidad lo que un día fue un auténtico sueño.
Deseosos de empezar, Raúl daba sus primeros pasos hacia la cima, poco a poco los músculos iban entrando en calor y los sentidos activándose a medida que avanzaba metro a metro. Empalmando dos largos, llegaba a la reunión y analizaba la siguiente tirada, la más comprometida de la vía, un diedro figurado de 40 metros con un algún pequeño techo que sobrepasar. A los pocos minutos Juanpe con una mochila demasiado pesada para Raúl y escasa para Juanpe, así que en definitiva iba en un punto de equilibrio para ambos. Juanpe rápidamente pasaba el material a Raúl, pues habían acordado que este abriera estos 3 largos y luego ya se alternarían en los posteriores. Hechos los cambios, Juanpe se disponía a coger las cuerdas con su asegurador cuando de repente su reverso se escapa de sus manos y practica el salto base desde la segunda reunión con un fatal desenlace.
- RAUL: No pasa nada tronco, seguimos con el nudo dinámico
-JUANPE: Necesito un cigarro.
Tras esta breve conversación el destino de los dos escaladores, se encontraba a 50 metros bajos sus pies y no 500 sobre sus cabezas. Por más que Raúl intentaba persuadir a Juanpe de seguir sin el asegurador, sustituyéndose todas las maniobras con un dinámico, Juanpe no entraba en razón y la única salida viable que encontraba era bajarse de la vía.
La frustración, enfado, rabia, impotencia… que sentían los dos en estos momentos era mas que palpable con solo ver sus semblantes.
Durante el descenso al coche, la tensión se nota en el ambiente, era mucha la ilusión puesta en esta vía como para bajarse por un pequeño imprevisto, pensaba Raúl. Para Juanpe, la frustración era similar pero para él ese pequeño imprevisto había sido un gran imprevisto por lo que para su cabeza el abandono estaba justificado, sin embargo le invadía un fuerte sentimiento de culpa por que sabía que a Raúl le había jodido enormemente esa decisión de no confiar en el mencionado nudo y decidir bajarse.
Al llegar al coche poco a poco el disgusto y el malestar se va pasando y la ilusión vuelve según va planeando los 6 días que aún quedan por delante, teniendo en mente hacer un segundo intento a la misma vía.
Lógicamente lo primero que hacían nada más montarse en la furgoneta era ir a comprar un reverso a 40 Km. de donde se encontraban. Ya con un reverso en las manos el plan era ir a conocer el desfiladero de la Hermida, y más concretamente Cueto Agero, en la parte más occidental de Picos. A media tarde, después de trastear un poco por los pueblos cercanos a la zona de escalada encontraban un rincón donde echar la noche en un pequeño parking de una ermita en el que podían asearse en unos baños públicos al pie del mismo. Una vez instalados, comenzaba el debate sobre que vía harían al día siguiente. Juanpe quería hacer algo sencillo por uno de los espolones que se divisaban enfrente suya, demasiado simple para Raúl que echaba su mirada a otro de los espolones que le habían recomendado con una mayor dificultad y menor equipamiento. Sin nada concretado se iban a dormir y al día siguiente decidir.
CUETO AGERO-DIA 3
La mañana despertaba con un Sol radiante, la falta de acuerdo unido al fuerte la pereza que provocaba el sofocante calor hacía que finalmente te decidieran por ir a un sector deportivo en las faldas de las vías largas. En una hora de aproximación llegaban al supuesto sector. La escasez de chapas les hacía dudar si ese era el sector que se describía en la guía, pero no había duda las líneas eran esas. Más que un sector de escalada deportiva parecía un sector de iniciación a la escalada en solo pues en todas las vías la primera chapa se encontraba a más de 10 metros del suelo y en los 30-35 metros de largos a penas se chapaban 5 ó 6 chapas, eso si la calidad de la roca grisácea, excelente. Juanpe, argumentando que no quería sufrir agobios mentales que a posteriori le bloquearan en otras vías se negaba a escalar de primero, limitándose a hacer todo de segundo a pesar de hacerlas con suma facilidad. Raúl le achuchaba para que forzará un poco y se viera en situación en este tipo de escaladas en las que la concentración y el factor psicológico son mucho más necesarios que las meras cualidades físicas, pero no Juanpe fiel a sus ideas no cedería.
De regreso en el parking, nuevamente había que replantear el plan para el siguiente día, en Cueto Agero ya estaba todo echo.
Plano de carreteras en una mano, cartografía de Picos en la otra y la guía de escalada entre medias, estudiaban las diferentes posibilidades.
La próxima parada se situaba a unos 50 Km. en el teleférico de Fuente Dé, donde por la mañana cocerían el funicular y en un par de horas de aproximación escalar en los Horcados Rojos, en la vía a escalar sin embargo no había unanimidad, pero Raúl ya tenía asumido que sería él quién cedería. Al no poder contactar con la cabaña más cercana a la pared para pernoctar y conocer la disponibilidad de plazas, sólo cuenta con 4-5 plazas, y al encontrarse los vivacs tapados por la nieve, el plan sería volver al coche a dormir. En una hora por las clásicas carreteras de montañas que acompañan los cauces de los ríos y se adentran en el corazón de los bosques se situaban en Fuente Dé. Al bajar a mirar los horarios del funicular, la caras de circunstancia florecían de nuevo en los dos amigos, la primera subida era a las 9 y la última a las 6, de forma que no daría tiempo estar de vuelta de la actividad para esa hora. De nuevo mapa de carreteras en una mano, cartografía de Picos en la otra y la guía de escalada entre medias. Las discrepancias en cuanto a que hacer volvían a surgir. La opción para Raúl estaba clara, ir hacía Vega Liordes y escalar en alguna de sus paredes, con preferencia de ir a la Torre Salinas, Juanpe estudiaba las vías de estos Picos y no le convencía ninguna; equipamiento vetusto, trazados perdedores, tramos expuestos..; son palabras que automáticamente hacían rechazar la posibilidad de escalar cualquiera de estas rutas. Finalmente, Juanpe al no haber más opciones accedía ir a la vía mas fácil de este macizo situada en la Torre Regaliz. Otra hora de coche por sinuosas carreteras y 45 minutos más de pista necesitaban para llegar a Puen de Remoña. Espectadores del atardecer entre el mar de Picos que tenían enfrente a modo de escenario cenaban y se echaban a dormir con la mente puesta en el próximo objetivo.
LA DESESPERACION - DIA 4
7:30 de la mañana, un par de secos golpes en el puerta de la furgonetas resonaban a modo de despertador, uno de los guardas forestales del Parque con un tono recriminatorio a la vez que algo condescendiente les invitaba amabablemente a abandonar esta pista perteneciente al Parque Nacional Picos de Europa por la cual queda prohibida la circulación de vehículos sin autorización como bien indicado estaba a la entrada de la propia pista en una señal de 2 x 2 y la cual habían ignorado como si el tema no fuera con ellos. Una vez fuera de la pista, como si se tratara del día de la marmota, la historia se repetía: mapa de carreteras en una mano, cartografía de Picos en la otra y la guía de escalada entre medias. Dado que aún había bastantes horas de luz por delante, Raúl vía aún viable intentar hacer alguna vía larga en Torre Palanca para la cual la aproximación era algo menos de dos horas, sin embargo Juanpe volvía a ver las palabras prohibidas en la descripción de las vías, protección por medios naturales, la roca no es buena en todo el recorrido, …, de modo que esta opción quedaba descartada, prefiriendo buscar algo más relajado en alguna escuela de deportiva. Carretera y manta seguían ahora hacia la zona mas occidental de Picos en busca de una pequeña local. Pasada una hora de coche bajo un sol soporífero sin que a penas se mediarían palabras dado el desazón producido por el desarrollo de las vacaciones llegaban a esta anecdótica pared con unas 20 vías de roca cutre equipada con spot y parábola corroídos por el oxido. Aquí no habrías discrepancias y ninguno querría escalar. Y otra vez vuelta al mapa, la cartografía y la guía; las 12 del mediodía sonaban en las campanas de la iglesia. Solo quedaba volver a la zona de Arenas de Cabrales e intentar escalar algo en una paredes recién reequipadas las cuales nos habían recomendado. Así en otras casi dos horas mas de coche cumplían el sueño de todo dominguero, hacer la vuelta integral a los Picos de Europa en coche en menos de 24 horas. Al menos la tarde depararía un bonito final del día escalando entre chorreras y formaciones curiosas en los que sudar la rabia contenida durante la mañana. Para el día siguiente Fresnediello, tapia de 300 metros de canalizos de roca excelente y protección con parabolts , estaba muy cerca, así pronto decidían ir a dormir al parking cercano.
DIA 5 POR FIN UNA VIA LARGA
En esta ocasión no ocurría ningún imprevisto que les impidiera completar la vía Andalucía. Pudiendo así disfrutar de las curiosos acequias naturales que ha ido surcando el agua en las verticales paredes a lo largo de cientos de años, dando lugar a la típica escalada de Picos a través de canalizos por una caliza de gran calidad, difícilmente comparable a la de cualquier lugar del mundo. Si a esto se le sumaba la soledad en la que se encontraban y la niebla que los envolvía a ratos según ascendían, el resultado era de plena satisfacción. Al medio día daban por concluida la actividad al llegar al parking a la vez que comenzaba la lluvia, la cual según el pronóstico del tiempo se mantendría durante los 5 días siguiente. Buscando el buen tiempo se desplazaban a cotas más bajas cercanas a la playa donde acabar las vacaciones.
DIA 6 DEPORTIVA PARA ACABAR
En un pequeño y agradable rincón en la zona de Arriondas con vistas de Peña Santa donde terminaban los innumerables prados verdes daban sus últimos pasos de escalada, quedando un buen sabor de boca del final de las vacaciones.
DIA 7- FINAL, PLAYA Y VUELTA A CASA
Después de unos 800 Km. de coche dando vueltas alrededor de los Picos de Europa con muchas visitas al mapa de carreteras y la guía de escalada en la que nunca había una vía que fuera del gusto de los dos escaladores, el resultado había sido 1 vía escalada de varios largos en estos 6 días. Las expectativas de ambos se habían quedado al ras del suelo. El último día juntos lo dedicarían a relajarse de todo lo sucedido con unos bañitos en la playa y echarse unas risas, no quedaba otra que intentar tomarse con buen humor las vacaciones. Tras un abrazo se despedían y volvían a emplazar para el Otoño, esperando poder volver a compartir unas días juntos.
de to se aprende….puto reverso saltarin…..
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