El Turbon, solitario gran tesoro que curiosamente pasa inadvertido a la vista de todos a pesar de ser visible según se sube al Valle de Benasque, pues todos parecen buscar ciegamente las grandes cimas del Pirineo y dejan de lado el descubrir los secretos de este lugar que cuanto más voy conociendo más me cautiva y más deseos aventurarme en sus paredes me crea, quizá este sea uno de los encantos que encubre este macizo, su soledad, bueno...quizá no, seguro que lo es.
Así, aprovechando que el temporal se frenaba sobre los cielos de Benasque bajábamos a visitar el Turbón bajo un cielo despejado y sin viento. El primero de los días en compañía de David y Viti escalábamos El Camí de Texido, ruta iniciada por el propio Teixido y terminada por Albert Salvadó. Sin duda se trató de una gran apertura, la búsqueda del punto más frágil de la pared es la constante a lo largo de sus 10 tiradas, dando así lugar a un zigzageante y exigente recorrido con reducida exposición dado el buen equipamiento de la vía, aún así conviene dominar el grado predominante si se quiere disfrutar la vía.
Al día siguiente, esta vez con Jordi, nos decantábamos por la RED WALL, una vía de la que teníamos pocas referencias pero que intuíamos la calidad de la ruta al divisar el muro por el que discurre. Hacíamos una entrada directa por LA CASA DE CAMPO, un picante largo que hace que los antebrazos vayan ensanchándose a cada paso que damos hasta que el músculo no da más de sí y la fuerza para quedarte de los cantos tampoco...ufff, menuda resoplada al llegar a la reunión. Cojemos un poco de aliento y entramos en la Red wall, una sucesión de fisuras y diedros, intercalados con algo de placa sobre roca excelente hacen de esta vía una ruta del todo recomendable y entretenida, siendo necesario llevar un estribo ligero y un gancho para algunos pasos aislados de artificial sencillo.
Una vez nos vamos de vuelta al coche mirando nuestras próximas intenciones...esperemos volvamos en breve.
P.D. Las fotos las tengo en proceso de recuperación debido a un olvido de la cámara de fotos. Espero que en breve me la traigan pues de momento esta a 1000 km de aquí y me pilla un poco mal volver a por ella.
Así, aprovechando que el temporal se frenaba sobre los cielos de Benasque bajábamos a visitar el Turbón bajo un cielo despejado y sin viento. El primero de los días en compañía de David y Viti escalábamos El Camí de Texido, ruta iniciada por el propio Teixido y terminada por Albert Salvadó. Sin duda se trató de una gran apertura, la búsqueda del punto más frágil de la pared es la constante a lo largo de sus 10 tiradas, dando así lugar a un zigzageante y exigente recorrido con reducida exposición dado el buen equipamiento de la vía, aún así conviene dominar el grado predominante si se quiere disfrutar la vía.
Al día siguiente, esta vez con Jordi, nos decantábamos por la RED WALL, una vía de la que teníamos pocas referencias pero que intuíamos la calidad de la ruta al divisar el muro por el que discurre. Hacíamos una entrada directa por LA CASA DE CAMPO, un picante largo que hace que los antebrazos vayan ensanchándose a cada paso que damos hasta que el músculo no da más de sí y la fuerza para quedarte de los cantos tampoco...ufff, menuda resoplada al llegar a la reunión. Cojemos un poco de aliento y entramos en la Red wall, una sucesión de fisuras y diedros, intercalados con algo de placa sobre roca excelente hacen de esta vía una ruta del todo recomendable y entretenida, siendo necesario llevar un estribo ligero y un gancho para algunos pasos aislados de artificial sencillo.
Una vez nos vamos de vuelta al coche mirando nuestras próximas intenciones...esperemos volvamos en breve.
P.D. Las fotos las tengo en proceso de recuperación debido a un olvido de la cámara de fotos. Espero que en breve me la traigan pues de momento esta a 1000 km de aquí y me pilla un poco mal volver a por ella.
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